¿Será posible una salida factible de la crisis?
Son muchas las veces que se ha cuestionado cómo será la salida de la crisis y sí realmente habrá una solución viable para solucionarla. En esta tesitura económica muchos dan sus ideas y opiniones, algunas bastante razonables pero otras en cambio son autenticas locuras sin sentido.
Muchos tienden a buscar un culpable y aunque es cierto que hay países que están más implicados que otros no podemos cargarle los fallos de todo un colectivo.
Por un lado se ha atacado mucho a la gran potencia de la eurozona, Alemania, por ser el país que pone más pegas para aceptar las medidas propuestas y porque en gran medida su testarudez no hace más que agravar la crisis estructural. Tanto está molestando que hay algunos que incluso opinan que Alemania debería decir Auf Wiedersehen a la zona euro.
Obviamente es una autentica barbaridad pensar que la salida del país germano sería el principio para solucionar esta crisis que lleva quitándonos el sueño desde Octubre del 2008.
Todos sabemos que sin Alemania las cosas estarían mucho peor ya que con su salida de la zona euro algunos de los países más solventes de Europa irían detrás. Entre los países que mantienen discursos más duros sobre los países de la periferia se encuentran Holanda, Austria y Finlandia. Sí ese fuera el caso Francia también saldría ya que su política no le permite despegarse de su vecino del norte.
Esta fragmentación daría lugar a dos zonas monetarias: una con los países más duros y otra con el resto. En ese caso, España debería salir del euro también para evitar involucrarse con los socios con más problemas en la nueva sub-zona monetaria.
Pero no podemos dejar que esto ocurra. A pesar de la incertidumbre que hemos vivido con el futuro la moneda única y su posible desaparición, todavía hay una oportunidad para salir de la crisis. Lo más idóneo es encontrar una alternativa para conseguir que los países europeos se mantengan unidos y por supuesto mantener un euro fuerte es un punto clave.
No obstante, la disconformidad en la toma de algunas decisiones o medidas por parte de algunos países es un lastre que sólo consigue dirigirnos hacia una fragmentación de la eurozona.
En estas circunstancias algunos piensan que fue precipitado llevar a cabo el proyecto del euro, pero ahora más que nunca es cuando hay que luchar por mejorar su funcionamiento. De aquí a diez años si las cosas siguen así de mal se prevé que en España la tasa de desempleo alcance el 15%, lo que supone una muerte laboral de la juventud.
Si tenemos en cuenta la última reforma laboral en la actualidad la tasa de crecimiento del PIB ronda los 2%, pero aunque se permita la creación de empleo neto no será suficiente para los más de seis millones y medio de parados. Para empezar, el PIB debería alcanzar al menos el 3%.
Según las cifras del Economic Research Department de BNP Paribas, el crédito contribuyó al 80% del crecimiento español hasta el 2007. Pero los préstamos cayeron el 6% en un año a la vez que las nuevas operaciones descendían el 25% y los impagos alcanzaban el 11%. La última Encuesta de Población Activa nos muestra 5.778.100 de parados.
Y es que uno de los grandes problemas es el paro, que estimula la morosidad y a la vez encarece el crédito, lo que da lugar a más paro.
Por otro lado, una solución para generar una fuente de crédito es la europeseta electrónica emitida por el Banco de España que se utilizaría para complementar al euro para realizar determinadas transacciones.